Estudiar y Remar: Si se puede

El kayak ha sido parte de mi vida desde siempre. Mi familia es kayakista, así que crecí rodeado de ríos, remos y aventuras. Con el tiempo, mi pasión por este deporte solo creció, y no tuve dudas de que quería dedicarme a remar el resto de mi vida. Como buen adolescente, ese era mi gran plan.

Pero, como a muchos les ha pasado, llegó el momento de enfrentar la gran pregunta: «¿Qué vas a estudiar?».

Tomando una decisión

En tercero y cuarto medio, la presión de decidir qué hacer con mi futuro era cada vez más fuerte. La verdad, no tenía idea. Mi primera reacción fue de confusión total. Afortunadamente, siempre fui buen estudiante (aunque no el mejor portado). Tenía buenas notas, y como mi papá es ingeniero, pensé que tal vez podía seguir ese camino.

Al final, solo sabía que quería estudiar algo, así que me esforcé, di la PSU y obtuve resultados regulares. Sin tenerlo del todo claro, decidí entrar a College en la PUC para explorar diferentes opciones y, quizás, inclinarme por ingeniería.

Duré un semestre.

Santiago me cargaba. El tráfico, la rutina, los estudios… y lo peor de todo: casi no podía remar. Hacía lo imposible por entrenar, pero el poco tiempo que tenía me estaba afectando en la universidad. Al final, decidí salirme y tomarme un año sabático y medio.

Después de viajar, remar y reflexionar, tuve que enfrentarme a la pregunta clave: ¿Voy a estudiar o me pongo a trabajar?

Sabía que no quería volver a Santiago, así que tomé la mejor decisión de mi vida: me fui a vivir a Pucón y a estudiar en Valdivia. El campus está al lado del río, lo que me permitía remar (aunque fuera solo agua plana), y además estaba cerca de Pucón, donde están algunos de los mejores ríos del mundo. Opté por estudiar Ingeniería Comercial con un objetivo claro: sacar la carrera sin dejar de remar.

 

Cómo estudiar y remar al mismo tiempo

Si estás en una situación similar, aquí te comparto lo que me funcionó para mantenerme remando mientras estudiaba:

  1. Estudia en un lugar cercano al agua

No es necesario irse a Valdivia para poder remar, pero lo ideal es estar cerca de un cuerpo de agua (a minutos). En mi caso, Valdivia fue la mejor opción. Aunque es solo agua plana (lo cual nunca me ha gustado mucho), si realmente quieres mejorar, ayuda un montón.

  1. Prueba el kayak slalom

Cuando entré a la universidad, comencé a hacer slalom, la disciplina olímpica del kayak. Además de ser entretenido, me permitió recibir apoyo de la universidad en horarios y espacio para guardar mi bote. No es obligatorio hacer slalom, pero encontrar una forma de remar regularmente (ya sea en el mar, con un playboat o un surfski) ayuda mucho a mantenerse activo.

  1. Sé disciplinado

El secreto es tener una rutina. Yo organizaba mi semana incluyendo clases, estudio y entrenamientos. No era la persona más social, pero me funcionó:

  • Después de clases, iba al gimnasio.
  • Luego remaba agua plana.
  • Al final del día, estudiaba.
  1. Ten rutinas de entrenamiento

Como todo entrenamiento y estudio, no es solo subirse al kayak y remar 30 minutos. Claro, eso sirve al principio cuando la motivación está alta, pero la clave está en la disciplina y las rutinas estructuradas.

En agua plana existen distintos tipos de entrenamientos:

  • Sprints
  • Potencia
  • Velocidad
  • Resistencia

Si quieres una rutina, mándame un correo y con gusto te comparto la que usaba.

5. Aprovecha cada oportunidad para remar

Esto es clave: rema cada vez que puedas (sin descuidar los estudios).
Yo aprovechaba todos los fines de semana, los viernes y lunes con pocas clases, y me iba a remar a Pucón. Hablaba con amigos para organizar algún viaje o simplemente me quedaba remando en algún río local para aprovechar al máximo mi tiempo libre.
Así sentía que nunca perdía nivel, sino que lo mantenía o incluso lo mejoraba. Trataba de remar lo suficiente como para volver a estudiar con ganas y crear emoción para la próxima escapada.

6. No descuides los estudios

El kayak puede ser una gran distracción, pero no puedes permitir que te haga perder la carrera. Ir a clases y prestar atención me permitió tener una base sólida, lo que hacía más fácil estudiar después de remar.

7. No te rindas

Si lo único que quieres en la vida es remar, aguanta un poco. Después de titularme, me di cuenta de que estudiar fue una de las mejores decisiones que tomé. No sé exactamente a qué me voy a dedicar ni en qué trabajaré, pero sé que las herramientas que adquirí en estos cinco años me serán útiles en el futuro.
Si tienes claro qué quieres hacer y cómo lograrlo, ve por ello. Pero si no lo tienes del todo claro, estudiar siempre será una buena opción.

Conclusión

Espero que este post te ayude si estás en la misma situación en la que estuve. Estos son mis pensamientos después de titularme, y hasta el día de hoy creo que estudiar y remar al mismo tiempo fue una de las mejores decisiones que tomé.